Durante esta semana, en nuestro instituto hemos estado celebrando el Día de nuestra comunidad, Andalucía. Desde la biblioteca del centro, también hemos querido acercar esta festividad a nuestro alumnado. En colaboración con el Departamenteo de Educación Plástica y Visual, se ha realizado un fantástico cartel. En esta ocasión, una enorme margarita con ocho pétalos, las mismas provincias de Andalucía ha adornado nuestro hall de entrada. Cada pétalo ha sido decorado con la imagen de un parque natural representativo de la provincia y se ha acompañado de una fantástica poesía de Juan Quesada, "Andalucía y su familia". En el centro de la margarita, aparecía la leyenda: "Andalcía al natural". Tenemos que agradecer el gran trabajo realizado por la profesora Ana Mª Rivero, autora de los dibujos que aparecen en cada pétalo. El poema es el siguiente:
ANDALUCÍA Y SU FAMILIA
Juan Quesada
Cuando alguien me pregunta que cuál es la tierra mía
no digo nunca Sevilla, digo siempre Andalucía,
pues si Sevilla es la madre que me dio ciudadanía
las otras siete provincias que forman la geografía
son por vínculos de raza, o mis tíos o mis tías.
Y así tengo una familia con más o menos riquezas,
pero que nadie les gana en la gracia y la belleza.
Mi tío Cádiz, el marinero, flor de la marinería,
con su barquito velero va cruzando la bahía.
Aquél que cuando esta triste, casi nunca se le nota
ya que remedia sus males
celebrando carnavales
con coros y chirigotas.
Mi tía Huelva, la choquera, madrina de Juan Ramón
plataforma marinera de donde salió Colón
llevando tres carabelas, flamenca de blanco y verde
soñadora y cantarina,
donde la alondra y Valverde
suenan por las cuatro esquinas.
Mi tía Córdoba, la hermosa, amor de luna y lucero
Sultana de Abderramán, novia de Julio Romero,
que siendo reina y sultana
se escapó de la mezquita para hacerse cristiana.
Mi tío Jaén el minero, hombre flamenco y viril,
siempre mirando la tierra al replandor de un candil,
siempre cantando las penas de su penoso vivir.
Mi tío Jaén tiene un niño entre Baeza y Linares,
moreno, verde aceituna, color de los olivares,
y una niña, La Cazorla, cruce de sierra y jardín
la que hace muchos años se le ocurrió hacer pipí
y a lo que largó la niña, le llaman Guadalquivir.
Mi tía Almería, la pobre, la más pobre de mis tías,
siempre arrimaíta al mar huyendo de la sequía,
pero pronto lloverá,
los campos florecerán
y llegará un nuevo día.
que se vuelva la más rica, la pobre mi tía Almería.
Mi tía Granada, la guapa, viuda de Boabdil
que llora en sus minaretes cantando en el Albaicín,
porque mi señá Graná
tiene una pena escondía que la tiene trastorná.
Cuando por la noche canta en la torre de la vela
García Lorca se levanta, la Alhambra se le desvela
y el Sacromonte le baila al son de sus castañuelas.
Mi tía Málaga, la bella, cosmopolita y coqueta
que tiene por falda el mar y la sierra por peineta
capricho de sol y luna donde no existe lo gris
donde el turista extranjero
se tiene que descubrir
aunque no lleve sombrero.
También tengo yo dos primas, allá en la costa africana,
Ceuta de mi tío Cádiz, Melilla de mi tía Málaga.
Son dos primas muy bonitas que las quiero como a hermanas.
Por esto y otras razones de cariño y simpatía
cuando alguien me pregunta que cuál es la tierra mía
no digo nunca Sevilla, digo siempre Andalucía.
Cuando alguien me pregunta que cuál es la tierra mía
no digo nunca Sevilla, digo siempre Andalucía,
pues si Sevilla es la madre que me dio ciudadanía
las otras siete provincias que forman la geografía
son por vínculos de raza, o mis tíos o mis tías.
Y así tengo una familia con más o menos riquezas,
pero que nadie les gana en la gracia y la belleza.
Mi tío Cádiz, el marinero, flor de la marinería,
con su barquito velero va cruzando la bahía.
Aquél que cuando esta triste, casi nunca se le nota
ya que remedia sus males
celebrando carnavales
con coros y chirigotas.
Mi tía Huelva, la choquera, madrina de Juan Ramón
plataforma marinera de donde salió Colón
llevando tres carabelas, flamenca de blanco y verde
soñadora y cantarina,
donde la alondra y Valverde
suenan por las cuatro esquinas.
Mi tía Córdoba, la hermosa, amor de luna y lucero
Sultana de Abderramán, novia de Julio Romero,
que siendo reina y sultana
se escapó de la mezquita para hacerse cristiana.
Mi tío Jaén el minero, hombre flamenco y viril,
siempre mirando la tierra al replandor de un candil,
siempre cantando las penas de su penoso vivir.
Mi tío Jaén tiene un niño entre Baeza y Linares,
moreno, verde aceituna, color de los olivares,
y una niña, La Cazorla, cruce de sierra y jardín
la que hace muchos años se le ocurrió hacer pipí
y a lo que largó la niña, le llaman Guadalquivir.
Mi tía Almería, la pobre, la más pobre de mis tías,
siempre arrimaíta al mar huyendo de la sequía,
pero pronto lloverá,
los campos florecerán
y llegará un nuevo día.
que se vuelva la más rica, la pobre mi tía Almería.
Mi tía Granada, la guapa, viuda de Boabdil
que llora en sus minaretes cantando en el Albaicín,
porque mi señá Graná
tiene una pena escondía que la tiene trastorná.
Cuando por la noche canta en la torre de la vela
García Lorca se levanta, la Alhambra se le desvela
y el Sacromonte le baila al son de sus castañuelas.
Mi tía Málaga, la bella, cosmopolita y coqueta
que tiene por falda el mar y la sierra por peineta
capricho de sol y luna donde no existe lo gris
donde el turista extranjero
se tiene que descubrir
aunque no lleve sombrero.
También tengo yo dos primas, allá en la costa africana,
Ceuta de mi tío Cádiz, Melilla de mi tía Málaga.
Son dos primas muy bonitas que las quiero como a hermanas.
Por esto y otras razones de cariño y simpatía
cuando alguien me pregunta que cuál es la tierra mía
no digo nunca Sevilla, digo siempre Andalucía.